“Acuérdate de vivir” una constante que figuraba en cada antiguo reloj de sol, un recordatorio de lo éfimero del tiempo y de la luz en cada percepción.
Pasan los años, los momentos y las horas, me hundo en los pensamientos, en los anhelos y en las cosas que no pude hacer; me pierdo y me volví a perder, me agota y a veces me rindo. Sin embargo, la luz nunca se va, me aguarda y me espera, como un sinónimo de abrazos perfumados, de besos pegajosos y de palabras de orgullo; algo tan simple me reincia, me recarga y comienzo todo de cero… Recuerda volver a vivir.
[easingsliderpro id=”29″]Fotografia I: Kit de supervivencia anti mañas : pañito favorito, mi mejor chupete y voilá.
Fotografía II: Recreando la vista.
Fotografía III: Después de una larga conversación, de discutir los pros y contras de comprar helado, finalmente Isidora decidió que un algodón rosado podría tener más sabor.
Fotografía IV: La profesora entra a la sala, las risas se detienen, la postura mejora… ¡silencio absoluto! que la voz de la experiencia nos ayudará a mejorar.
Fotografía V: La práctica siempre hace a una buena maestra.
Fotografía VI: Con los pies en la tierra y la cabeza en las nubes.
Fotografía VII: A veces me pierdo en el balcón.
Fotografía VIII: Siempre brillando, nunca inbrillando.
Fotografía IX: Y derrepente ¡PAF! UNA EPIFANÍA.
Fotografía X: Hoy los ánimos no están para festejar.
Fotografía XI: Más años, más amor, un cumpleaños enormemente feliz.
Fotografía XII: “En esta mesa sólo nos sentamos los más maduros”.
Fotografía XIII: Un pequeño visitante.
Fotografía XIV: Hace tiempo no te veía.
Fotografía XV: Así, Así como que no me doy cuenta
Fotografía XVI: Silueta de atardecer.
Fotografía XVII: Mi nuevo lugar favorito.
Fotografía XVIII: El color de la tranquilidad.
Fotografía XIX: A veces no estás sola.
Fotografía XX: Nuestro amor es el mejor abrigo.